A largo de estos dos últimos meses del 2023, por razones de trabajo me tocó involucrarme en numerosos eventos de fin de año, al trabajar en televisión, nos ha tocado con mis compañeros, estar en cada momento de cierre de ciclo, ya sea cultural, deportivo, educativo. A medida que pasa el tiempo, quizás la edad en lo personal me abrió a ser más observador que de costumbre, ya no solo uno observa lo que filma a través de un plano de una cámara de televisión, si no que ve más allá de lo que está fuera de ese campo.

En el año 2022 se cumplieron 30 años de que la televisión mollense siempre tiene transmisión ininterrumpida, desde ese año para aquí, el presidente de la cooperativa de luz y fuerza, Luis Bertone, saca al aire un programa denominado “tv en el recuerdo”, hemos visto en esa recopilación de recuerdos, varios actos académicos, no solo de finalización de etapas, si no de festejos, de tantos avances y luchas que propinaron varias personas de Pozo del Molle para con la educación, tratando de que esta sea alcanzada cada vez más por las personas.

Es que, en el ámbito de la educación, nunca alcanza, las instituciones tienen cada día más responsabilidad, se les exige incluso más de lo que pueden dar. Y es que ahora se me viene a la mente un recuerdo, bueno, alguna vez fui un pibe de primario en la década del 90, me supe rodear de compañeros que me contaban que tenían a fin de año la fiestita de la “apoyatura escolar”, nunca entendí por qué iban a ese lugar y por qué se llamaba así. Hace poco me comentaba Patricia Turaglio, que anterior al CENMA, funcionó el CECLA, Centro Educativo de Capacitación Laboral para adultos, del cual también podría escribir en breve. 

No tengo ningún tipo de dudas, de que hubo y que hay lugares relacionados a la educación de esta manera, quizás sea para mí una nota pendiente llegarme a charlar con las chicas de “Aprender a aprender” un espacio que hace unos años intenta cumplir las mismas funciones que aquella apoyatura. Es que aquella “apoyatura” venía a reforzar los conocimientos de aquellos niños que por alguna razón “TENÍAN OTRO TIEMPO”, sin minimizar estas última tres palabras, por que tener otro tiempo, es amplísimo, quizás sus intereses no solo no concordaban con los tiempos de la escuela actual, sino que tampoco tenían un contexto que los situará en la importancia del hoy, aunque siempre uno sabe, que más temprano tarde, el tiempo vuelve a darte otras oportunidades.

En la noche que me acerqué al acto de egreso del CENPA y CENMA, me apoyé en una de las paredes y mientras observaba el acto, tuve miles de imágenes en la cabeza. En esta nota quiero ser claro, pero bueno, siempre lo soy, yo solo soy un comunicador social, que escribe preso de sus sentimientos y subjetividad, no tengo segundas intenciones, sé que en este recorte de la realidad que hago, puedo dejar pasar datos o personas que sientan que merecen ser nombradas, lo digo porque felizmente me leen lo que escribo y más allá de la felicidad que me da eso, nunca está de más volver a dejarlo escrito.

En una de esas imágenes que sobrevolaron mi mente, me acordé de mi primo David, que no había terminado el secundario, volvió y lo intentó en el CENMA, le encantaba y le sigue gustando mucho inglés, de hecho, cada tanto me cuenta que hace cursos vía online, aunque nunca pudo redondear su tiempo a esa finalización. En esos programas del recuerdo que cité anteriormente, pudimos volver a ver a promociones muy numerosas en los actos que se realizaban en el cine teatro argentino.

Y una de las imágenes que más me quedaron, es que todos los miércoles a la noche nosotros grabábamos los interiores del programa “Cable a Tierra”, siempre se dio la coincidencia de que en el horario que íbamos al canal, allí en la calle Belgrano, quizás en el CENMA y CENPA estaban en el recreo, entonces la escuela San Martin que era un lugar que alberga a estos estudiantes, estaba llena de bicis y motos y de amigos de todas las edades. Es que fue tan valioso todo lo que se construyó a través de la enseñanza a los adultos, que hoy tenemos en la localidad el acompañamiento de una escuela de nivel superior, como es el Dalmacio Vélez Sarfield de Las Varillas, que tiene aquí un anexo y está brindando carreras terciarias, en este último tiempo con la enfermería más precisamente.

ESTE FUE SU TIEMPO.

Y vuelvo al evento de este año, a la entrega de diplomas y al acto académico, es que uno de los momentos que me llamó la atención, hasta me causó satisfacción, fue ver a un ex alumno que culminó sus estudios con todos los honores. Es que del 2019 al 2022, tuve la oportunidad de ser profesor y de dictar en cuarto año y en el Ipem 399 Héroes de Malvinas, la catedra de Tecnología y Ciencias de la información.

Allí tuve a muchos alumnos, uno de esos alumnos, había sido el que en este 2023 fue el mejor promedio del CENMA, en el tiempo que compartí con él en el aula, pude notar en él una capacidad admirable, muy buen manejo de la tecnología, además muy claro para comunicar lo que quería, por esto que vengo diciendo arriba, los tiempos de uno no corresponden siempre con el de los otros, aunque más temprano que tarde lo que tiene que ser, será.

Y ya casi al final como broche de oro, además le anunciaron que sería becado por la mutual Almafuerte de Las Varillas, con sede en Pozo del Molle, para continuar con ayuda economica un estudio superior. El dato de color, es que el actual gerente de la mutual mollense, Luis Espinosa, es un ex alumno del CENMA, “Vitoto” de quien me animo a nombrarlo porque lo entrevisté en esta página, recuerda con muchísimo afecto su formación aquí en Pozo del Molle.

En ese rato que estuve, vi a amigos que ya me los quedé para la vida, pero además vi a grandes compañeros que tuve en la docencia, una alumna que se recibía le agradeció entre otros al preceptor Ariel (Giordanino) por estar a la par. En ese rato también me puse en lugar de Ariel, celador en horarios de la mañana por el Ipem 399, luego de noche en el CENMA, así están muchos compañeros docentes, la carrera del docente te lleva a estar en varios lugares y a estar en horarios en donde la mayoría tiene ese tiempo de lujo que comparte con familia y amigos. O el caso de mi amiga Sofía (Lombardelli) que se compromete con las instituciones que toca, así tenga poca o mucha carga horaria en los lugares, que jamás te deja a pie y proyecta siempre para cambiar e intentar dejar una huella significativa.

Y ahí visualizó a Julia (Gribot), Ana Cavagnero, Mariela Alocco. Romina Rodriguez y cuantos más me olvidaré, pero bueno allí las directoras entregaron los reconocimientos, Graciela Servino, con esa claridad y tranquilidad con la que se explica, lo mismo que Mariela Fortunato quien en el CENPA, tiene la difícil tarea de sumarse al lugar en estuvo una docente con muchísima trayectoria. Si, imposible estar ahí y que no recuerde a Ana Gabriela Barbero, la recuerdo en su escritorio con todos los alumnos pegadas a ella y dando explicaciones, tomando mates y compartiendo risas.

En lo personal, todavía no la crucé a la directora del Ipem, a Alejandra Pezzano, que, junto a todo su equipo de trabajo, siempre intenta una y otra vez dar herramientas para que todos continúen en el sistema, tengo la total certeza de que al ver a nuestro ex alumno recibir el diploma, el de mejor promedio y la beca, se habrá sonrojado.

Es muy importante tener otra oportunidad cuando el sistema nos deja fuera, todos merecemos tener otras oportunidades cuando no pudimos en su momento por diferentes motivos, subirnos a las que tuvimos. El sacrificio es grandísimo por parte de muchas personas, el horario de 19 a 23 hs, no es horario muy convencional, hay méritos de los que van a estudiar y mucho también de aquellos que enseñan.

En los tiempos de crisis, cuando muchos tienen que salir a buscar el pan de cada día, que algunos luchen la batalla contra el tiempo, que quieran tener una herramienta tan valiosa como lo es la finalización de un primario o secundario siendo adultos, es digno de ser destacada, además del conocimiento, el estudio nos rejuvenece.

En lo personal, quizás algunos me llamarán nostálgico, pero quisiera seguir viendo gente en las afueras de la San Martin por las noches, que aquellos que no pudieron en algún secundario terminar, quiero verlos por esos pasillos de noche, sabiendo que el día de mañana, habrá docentes comprometidos que los esperan y oportunidades para volver a empezar por sobre todas las cosas. Es que al fin y al cabo, siempre la única batalla que tendremos toda la vida, es ganarle al tiempo, ya que nunca es tarde mientras hay vida y los tiempos nuestros siempre serán perfectos, mientras haya vida, lucha y objetivos.